viernes, 24 de agosto de 2012

Algo más sobre la declaración del padre Casalá

En la segunda audiencia del juicio, el pasado Jueves 23 de agosto, el jerarca Marianista Luis Casalá declaró en el debate oral.

Entre los múltiples dichos suyos ante el TOC 8 que nos llamaron la atención a las víctimas, quiero destacar nuestro asombro por su reiterada calificación de "juego" a la agresión sufrida por un alumno, en 1991, por parte del entonces hermano marianista Picciochi. 

Este episodio, al que calificó de "juego", fue el que llevó a que el Colegio Marianista tuviese un conocimiento institucional de la agresión de Picciochi a un alumno, a través de su propia persona.

También señaló que aquel supuesto "juego" entre el religioso y docente Picciochi y un alumno adolescente, en 1991, "fue para nosotros un alerta amarillo".

Fue llamativo y preocupante escuchar, a lo largo de su declaración ante el Tribunal, una reiterada asociación conceptual entre "normalidad" y "no homosexualidad", al referirse a "los resultados de unos exámenes practicados a Picciochi por orden del Colegio"  (luego de que la institución tomase conocimiento del episodio del supuesto "juego" de 1991).

Por otra parte, resultó un tanto incomprensible su declaración acerca de que "el Colegio Marianista está quedando como un colegio de derecha con la difusión de esta historia", cuando, según él, "el colegio estaba considerado como zurdo" ("ya que tuvimos diez desaparecidos, tenemos la memoria marianista y yo mismo estuve escondido durante seis meses" -refiriéndose a los tiempos de la siniestra dictadura genocida que padeció la Argentina, entre fines de los años setenta y principios de los ochenta-).

Por último, nos causó gran sorpresa a quienes somos las víctimas de esta historia de abusos sexuales en el Colegio Marianista, que el padre Casalá declarase ante la Justicia su "horror" por el intento de silenciamiento que padecimos por parte de la institución, de la que él mismo forma parte a nivel dirigente.

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